viernes, 10 de junio de 2011

TELEVISION COLOMBIANA: LA COMISIÓN Y SU MISIÓN

Pareciera que un signo maldito de la Comisión Nacional de Televisión fuera precisamente llamarse “Comisión”. En la época de mayor impacto mediático la corrupción es el rey de los temas periodísticos, de los entes de control y de los políticos.
Paradójicamente la prensa, las contralorías y los políticos fueron para la CNTV tres cepas minaron ese Ente de control creado por iniciativa de la Constitución hace veinte años a esto se abona la batalla que dieron exempleados, excomisionados, exasesores, exprogramadores y académicos interpretando bajo su propia lupa una a una las decisiones que tomaba la Junta Directiva de la CNTV, todos ellos buscaban concluir que los comisionados recibían algún tipo de “comisión”, coima o contrato por sus decisiones.


En reciente aciemtelecom 2011, el comisionado Alberto Guzmán R, pronunció el discurso de clausura haciendo un vehemente llamado a la opinión pública para que analizara como los medios de comunicación sesgaron sus críticas y comentarios de manera negativa o al menos haciendo coincidir los hechos con la ola mediática consistente en acabar con la misión de la CNTV.


LA DINAMICA DEL MEDIO TELEVISIVO


Agrega el Comisionado Guzmán que la gente encuentra en la televisión alternativa de información efectiva en nuevos medios y dispositivos de acceso. Es en este escenario, donde aparecen contenidos audiovisuales digitalizados y “listos” para ser vistos en diversos equipos como televisores, computadores, teléfonos de tercera y cuarta generación y tabletas, producidos en forma digital gracias a potentes desarrollos en software y mayores capacidades de compresión y almacenamiento de datos.


Dice Guzmán “Nos vemos, entonces, sujetos a una constante innovación en la oferta y demanda de contenido audiovisual que se traduce en una mayor


interactividad, más movilidad y alta definición de audio y video”.


Cisco Visual Networking Index (VNI) Forecast (2010-2015), en su quinto índice anual, predijo que en el 2015 cada habitante del planeta tendrá al menos dos conexiones simultáneas a su disposición, es decir el doble de la población mundial, habrá casi 3 mil millones de usuarios de Internet --más del 40 por ciento de la población mundial proyectada. 260 millones de usuarios de Internet serán de América Latina para el año 2015.


De tal forma que la televisión como medio será reducido en su impacto actual y entrará a formar parte de un mar de alternativas audiovisuales creadas en su mayoría por los propios internautas.

INERCIA DE LA COMISIÓN NACIONAL DE TELEVISIÓN



Pese a estos importantes logros, la CNTV, hay que reconocerlo, fue víctima de sus debilidades:


1. Un deficiente marco regulatorio acorde con la realidad del mercado;


2. La expedición de una regulación “incompleta” y atrasada, producto de un marco legislativo de poca evolución, y por qué no decirlo, hoy obsoleto;


3. Unas competencias deficientes generadas en la falta de idoneidad y conocimiento técnico de algunos de los miembros de la Junta Directiva de la Comisión;


4. Unos complejos y conflictivos procesos de selección de los comisionados representantes de la sociedad civil; y


5. La ausencia de una capacidad operativa y técnica para ejercer la labor de regulación, vigilancia y control sobre más de 800 prestatarios del servicio.


Debilidades todas que en el último año han tratado de subsanar en una gestión maratónica.


Agregamos nosotros a este listado del “me aculpa” la cascada de demandas presentadas por asociaciones de televidentes, abogados, críticos y académicos ante el Consejo de Estado, que tratan de “ayudar” con un empujoncito para la caída al vacío de este polémico ente.


Distintos analistas coinciden en señalar a la Comisión Nacional de Televisión CNTV como uno de los más grandes fracasos de la Constitución de 1991


Un historiador y analista de medios, Fabio López de la Roche, sostiene en SEMANA que de 12-15 noticieros que se emitían a finales de los 90s pasamos a dos que se mantienen en una posición dominante dentro del mercado (Noticias RCN y Noticias Caracol) controlando la mayoría de la pauta publicitaria, y a otros dos que se mantienen en el Canal Uno (CM& y Noticias Uno) en una posición subordinada, con una audiencia bastante disminuida frente a la inversión tecnológica y financiera de los privados, y en virtud del descuido de la red de transporte de la señal de la TV pública. En cuanto a la producción de ficción, el interés comercial dominante ha conducido a que las parrillas de programación de los privados se llenen de realities y narconovelas, como si la sicaresca, la fama y el dinero fáciles constituyeran la única saga o el único dilema moral y existencial de la vida colombiana. Los programas de opinión nacionales (no hablo aquí de los noticieros de los canales regionales) prácticamente reducidos a dos, “La Noche” y “El Radar”, siguen confinados al horario de las 11 de la noche.


Ademas el Fondo de Desarrollo de la Televisión Pública, polémico presupuesto que ha manejado históricamente casi 1.4 billones de pesos, ha considerado como de “interés” nacional los programas periodísticos y de opinión, por eso financia los espacios en cada uno de los canales Regionales dirigidos y producidos por influyentes periodistas y académicos tratando de encontrar benevolencia para con la CNTV a costa de miles de millones anuales.


Se concluye que la base del diseño de un nuevo órgano, competente técnicamente, y representativo desde el punto de vista político y socio-cultural, que reemplace a la CNTV este dirigido por personas expertas que sepan ante todo de nuevas tecnologías de comunicación y de convergencia de medios. Además de esos saberes, sin duda necesarios para orientar las políticas de telecomunicaciones, de inclusión digital y de convergencia, necesitamos para el nuevo organismo que se encargue de la regulación de la TV, funcionarios expertos en temas de calidad de la televisión.


Según las anteriores condiciones encontramos un túnel del tiempo que nos transporta a 1991 cuando se sustentó la creación de un ente que rigiera el medio.

LO MISMO DE ANTES? EL CICLO SE REPITE?

La Ley 42 de 1985 y La Ley 14 del 91 crearon el Consejo Nacional de Televisión, La Junta Administradora de Inravisión, Las Juntas Directivas de las Organizaciones Regionales de Televisión, los Consejos Regionales de Televisión, los Miembros de las Comisiones para la Vigilancia de la Televisión, todos con alguna jerarquía tenían la obligación de velar por la imparcialidad, objetividad y calidad de los contenidos de la programación producida por los canales públicos y por los concesionarios. Repetiremos el ciclo 20 años después? Será que volvemos a lo mismo de antes? Seguro que dentro de 10 años diremos que esta reforma no colmó las expectativas y que estaremos viendo las mismas imperfecciones.

Sintracntv nació recientemente para defender la estabilidad laboral a mas de 100 familias que laboran en la Comisión Nacional de Televisión, ojalá no sea lo mismo del 91 cuando ACOTEVE se atravesó en el set de Inravisión con la anuencia de Navarro para incluir un artículo de estabilidad laboral en la Constitución.

Esperemos que el Mintic experto en tecnologías de la comunicación, se asesore de expertos y entienda que la televisión es el medio de los pobres, de las gentes de escasas oportunidades de educación, el gran poder de penetración y cobertura de la televisión y lo convierten en el medio masivo de comunicación por excelencia; a la televisión se le hace responsable de la consolidación de un nuevo paradigma de vida.

Es tal su poder de penetración y su cobertura, que incluso se ha discutido si su uso es o no, efectivamente, una decisión libre y personal, o si su fuerza ha hecho de ella una imposición tácita a la cual el hombre de la modernidad, y de la postmodernidad, está supeditado.

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