SATELITE VENESAT-1
Con 241 millones de dólares invertidos la sociedad del gobierno uruguayo y la determinante cooperación china hicieron posible que Hugo Chávez hiciera el debutó en Febrero de 2009, en el escenario de los satélites de telecomunicaciones para lo cual creó la Agencia Bolivariana para Actividades Espaciales (Abae).
Entre las utilidades que tiene el llamado satélite Simón Bolívar se destacan los planes de Teleducación Telemedicina, dirigidos a brindar orientación educativa y asistencia médica a comunidades alejadas de los centros poblados. De igual manera las comunidades indígenas podrán recibir clases a distancia o bien solicitar medicamentos, servicio de ambulancias aéreas o fluviales, consultas médicas, entre otras opciones.
Hablando propiamente de las especificaciones del Venesat-1, su peso se acerca a los 6 mil kilogramos o 6 toneladas; cuenta con dimensiones de 3.6 metros de altura, 2.6 metros en su lado superior y 2.1 metros en su lado inferior, además sus paneles solares miden cada uno 15.50 metros. Será de tipo Geoestacionario (gira en forma sincrónica con la Tierra) de una órbita fija e irradiador de luz, para un rango superior de área. Los servicios que ofrece, en líneas generales son TV, radio, telefonía e Internet.
El Venesat-1 es GEO Estacionario en la órbita hemisférica 78-Oeste, lo que permitirá que su señal de 1.300 megahercios (MHz) se extienda del sur de México hasta la mitad del territorio de Argentina y Chile. Sin embargo, dicha órbita pertenece a Uruguay y fue mediante convenio con Venezuela que pudo llegarse al acuerdo de ocuparla con el satélite, siempre y cuando ambos países puedan utilizarlo y disfrutar de hasta el 10% de la capacidad comunicacional.
El satélite puede transmitir datos (mapas, imágenes e información del enemigo) bajo demanda a pequeñas unidades militares, con el fin de enviarles órdenes e información situacional de forma encriptada. Sin embargo, por ser un satélite geoestacionario que orbita a 36.500 kilómetros de altura, es imposible utilizarlo como satélite espía para obtener fotos del terreno o de enemigos potenciales. Para ello se usan satélites de órbita baja, que funcionan a menos de mil kilómetros de altura y poseen sofisticadas cámaras de alta resolución.
Está equipado (carga útil) con 28 transponders de banda Ku (cuatro a 54 Mhz y dieciocho a 36 MHz), tres antenas receptoras y dos antenas de transmisión, pudiendo alcanzar la transmisión de 150 a 200 programas de televisión simultáneos a personas en tierra que tengan una antena parabólica de 45 centímetros, similares a las utilizadas por el sistema privado DirecTV.
Además del interés económico, El satélite VENESAT-1 potenciará la influencia geopolítica, ideológica e información controlada de la distribución de la señal de Venezuela de los canales TELESUR, Venezolana de Televisión, VIVE, TEVS y la Red de estaciones comunitarias cuya programación se califica como de contenido mediático e ideológico bajo el control y centralización exclusiva del Estado.
El proyecto incluye la instalación de las primeras 700 antenas terrestres, así como la constitución de mil 200 para el primer semestre y 3 mil 500 para finales de año, de un total de 16 mil antenas previstas instalar hasta el 2014. La primera transmisión, como era de esperarse fue la llamada “Cadena Nacional” de radio y televisión, del presidente Hugo Chávez en el acto de entrega formal del control satelital por parte de China a Venezuela.
Con 241 millones de dólares invertidos la sociedad del gobierno uruguayo y la determinante cooperación china hicieron posible que Hugo Chávez hiciera el debutó en Febrero de 2009, en el escenario de los satélites de telecomunicaciones para lo cual creó la Agencia Bolivariana para Actividades Espaciales (Abae).
Entre las utilidades que tiene el llamado satélite Simón Bolívar se destacan los planes de Teleducación Telemedicina, dirigidos a brindar orientación educativa y asistencia médica a comunidades alejadas de los centros poblados. De igual manera las comunidades indígenas podrán recibir clases a distancia o bien solicitar medicamentos, servicio de ambulancias aéreas o fluviales, consultas médicas, entre otras opciones.
Hablando propiamente de las especificaciones del Venesat-1, su peso se acerca a los 6 mil kilogramos o 6 toneladas; cuenta con dimensiones de 3.6 metros de altura, 2.6 metros en su lado superior y 2.1 metros en su lado inferior, además sus paneles solares miden cada uno 15.50 metros. Será de tipo Geoestacionario (gira en forma sincrónica con la Tierra) de una órbita fija e irradiador de luz, para un rango superior de área. Los servicios que ofrece, en líneas generales son TV, radio, telefonía e Internet.
El Venesat-1 es GEO Estacionario en la órbita hemisférica 78-Oeste, lo que permitirá que su señal de 1.300 megahercios (MHz) se extienda del sur de México hasta la mitad del territorio de Argentina y Chile. Sin embargo, dicha órbita pertenece a Uruguay y fue mediante convenio con Venezuela que pudo llegarse al acuerdo de ocuparla con el satélite, siempre y cuando ambos países puedan utilizarlo y disfrutar de hasta el 10% de la capacidad comunicacional.
El satélite puede transmitir datos (mapas, imágenes e información del enemigo) bajo demanda a pequeñas unidades militares, con el fin de enviarles órdenes e información situacional de forma encriptada. Sin embargo, por ser un satélite geoestacionario que orbita a 36.500 kilómetros de altura, es imposible utilizarlo como satélite espía para obtener fotos del terreno o de enemigos potenciales. Para ello se usan satélites de órbita baja, que funcionan a menos de mil kilómetros de altura y poseen sofisticadas cámaras de alta resolución.
Está equipado (carga útil) con 28 transponders de banda Ku (cuatro a 54 Mhz y dieciocho a 36 MHz), tres antenas receptoras y dos antenas de transmisión, pudiendo alcanzar la transmisión de 150 a 200 programas de televisión simultáneos a personas en tierra que tengan una antena parabólica de 45 centímetros, similares a las utilizadas por el sistema privado DirecTV.
Además del interés económico, El satélite VENESAT-1 potenciará la influencia geopolítica, ideológica e información controlada de la distribución de la señal de Venezuela de los canales TELESUR, Venezolana de Televisión, VIVE, TEVS y la Red de estaciones comunitarias cuya programación se califica como de contenido mediático e ideológico bajo el control y centralización exclusiva del Estado.
El proyecto incluye la instalación de las primeras 700 antenas terrestres, así como la constitución de mil 200 para el primer semestre y 3 mil 500 para finales de año, de un total de 16 mil antenas previstas instalar hasta el 2014. La primera transmisión, como era de esperarse fue la llamada “Cadena Nacional” de radio y televisión, del presidente Hugo Chávez en el acto de entrega formal del control satelital por parte de China a Venezuela.
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