martes, 27 de noviembre de 2012

VOCES COLOMBIANAS


Hacer radiodifusión sonora es un constante aeróbico mental. Cuando estamos ante una tesis histórica, un acontecimiento, un personaje, anónimo o experto, estamos ante una buena historia que es posible contarla con una  herramientas sencilla y  maravillosa del ser humano, la voz; anteponiendo claro esta, el profesionalismo, responsabilidad, inteligencia y la experiencia en los medios de comunicación social.

Pero en el inconsciente colectivo han quedado esas imágenes sonoras de nuestras abuelas que nos contaban -sin micrófono- fantásticos cuentos con sentimiento en cada palabra, quizás no tenían la mejor de las voces pero fuimos fans de estas peregrinas de la historia.
Las voces armoniosas, bellas, completas empezaron a conquistar la radio comercial. Primero con sonidos bajos o gruesos en la voz masculina y en las mujeres las bellas y cristalinas.

VOCES FAMOSAS
Antes la voz acartonada, pausada y engolada, era sinónimo de triunfo en la radio, tanto que a finales de los 50s, los mejores de la Radio Difusora Nacional pasaron a la nueva pantalla de televisión como garantía de éxito. Entre ellos: Alicia del Carpio, Juan Clímaco Arbeláez, Fabio Camero, Carlos Muñoz  y Hernando Segura Perdomo.
América Latina un territorio tan rico en diversidad natural como en acentos, sobre salen voces colombianas como:  Teresa Gutiérrez, Don Eucario Bermúdez, Jaime Martínez, Alfonso Lizarazo, Otto Greiffenstein, Armando Osorio, Carlos Arturo Rueda, Julián Ospina Mercado, Joaquín Marino López, Álvaro Monroy Guzmán, y algunas voces mas recientes como las de Bernardo Hoyos, Juan Harvey Caicedo, Armando Plata Camacho y Andrés Salcedo.

El mejor locutor no sube al pedestal, es el micrófono que reposa en el y lo respeta. La humildad, naturalidad y simpatía son su propio ascenso al pedestal.

NO TODO ES BUENA VOZ                                                                  Hay de todo como en botica, Voces populares de la Capital del País, que casi siempre les pagaban en especie, vendían los productos para sobrevivir, como Manuel José Gaitán quien anunciaba por radio-perifoneo en los años 30s por La Voz de la Victor; la del Ciego de Oro de emisora Mariana quien se destacó a nivel nacional DJ de viejoteca y por picante cuentachistes; Luis Miguel Rincón la voz del comercio ambulante, quien anuncia productos perecederos -con editorial y concepto- de los vendedores ambulantes; Las narraciones curiosas del gol con la marca del “patico” Rios en la voz de Bogotá; Cristobal Américo Rivera la vocalización con bisturí de radio-noticias populares; voces con mensaje como las del Padre Hurtado Galvis y José Pardo Llada en Cali;  o en Barranquilla la del Cura Hoyos y el Campeón Edgar Perea y en Medellín de Hernán Restrepo Duque rey de la sintonía musical en los 50s con “Radio Lente”.
Colombia es una fuente inagotable de buenas y variados estilos de voces, figuras con bagaje cultural, sobrada experiencia, preparación y conocimiento pleno de los contenidos emiten.
Colombia es una fuente inagotable de buenas voces y variados estilos, figuras con bagaje cultural, sobrada experiencia, preparación y conocimiento pleno de los contenidos emiten.

ESTILOS
En 1963 con la emisora Radio Quince nace la radio joven, con el paso de los años el concepto maduró y comprendió al joven como alguien con identidad, con prácticas, necesidades, etc. logró insertarse en esta inexplorada cultura, que estaba diferenciándose de los demás a través de la música que estaban viviendo y conociendo a través de la radio, ya bien llamada: juvenil. Tesis descrita por Natalia Vargas Muñoz en “El Mañanero y La Cama” ¿La voz de los jóvenes? Análisis de los programas matutinos de las emisoras juveniles. Agrega, los medios presentaban un reconocimiento colectivo de los jóvenes, y su estilo de vida se diferenciaba del adulto, este público se reveló espontáneo, desinteresado de la realidad del país, satisfecho con lo que era, pero siempre habría de demandar y desear una clara distinción                                                                                                                         
La mal llamada radio-juvenil de los últimos 10 años es producida por locutores que pasan de 40 años, muy controvertida, contestaría, facilista e interrelación con oyentes  irrespetuosos, con los cuales los locutores de la onda musical joven, sacaron del anonimato un lenguaje chabacano. Los Villalobos, Casales, Papúchis, J. Velasco, De Francisco, etc, rompieron excelentes formatos creativos como el de “La Super Estación” 88.9 dirigida por Fernando Pava.
Julio Correal, Fdo Pava y "El Capi" "Super Estación"

Estos “pioneros de la radio-basura” confunden cabina con tribuna, predican simpatías de dudosas fuentes; no leyeron a Emma Rodero ni las cartillas aun vigentes de Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica, aunque si pasaron por prestigiosas universidades. Este Formato siglo 21 es un fenómeno coherente mientras que para otros es inadmisible. Todos tendrán sus razones para actuar de cierta manera.


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