CHÁVEZ TV

Resulta por demás deprimente observar desde afuera las estrategias absolutistas de Chávez para custodiar su redil, amordazar la oposición y provocar una avalancha roja de irregularidades en los comicios celebrados el 15 de febrero.
Chávez utilizó, uso y hasta abusó de toda su maquinaria por encima de todas las normas democráticas.
Solamente hablaré de la televisión como medio masivo de gran penetración, aceptación y acceso popular.
Desde que Chávez expidió la llamada “Ley Resorte” como la nueva ley de televisión, surgieron una serie de restricciones, prohibiciones y hasta amenazas jurídicas de cancelar licencias por leves causas de sus operadores, no en vano los canales privados tradicionales asumieron con dignidad esta normatividad, que atentaba de entrada contra la comercialización, ingreso fundamental para el negocio, al desestabilizar las franjas de mayor sintonía con la llamada “Cadena Nacional” donde el mandatario podría asumir la totalidad de los espacios de televisión disponibles en el espectro radioeléctrico de Venezuela para explicar durante tres horas, por ejemplo: “la incidencia de la boina roja en la revolución Bolivariana”.
Se estimaba en el 2005 el utilizar durante tres horas la “cadena” en la franja triple AAA (7 a 10 de la noche) podría valer 8 millones de dólares por audición. Ingresos de pauta ya negociada por los canales de televisión comercial que en gran porcentaje no se recuperaban.
El reproche no está contra la facultad que tiene el Jefe de Estado de dirigirse al país a través de la televisión, sino en la potestad ilimitada de esa facultad que se auto-atribuye, lo que transgrede el derecho fundamental a informar.

Si el venezolano “de a pie” no desea ver la intervención presidencial cuenta con otras opciones? No, son las clases más acomodadas las que pueden pagar a “cablevisión” o a “supercable” por ver televisión, como es el caso de la televisión por suscripción sin que con ello se desconozcan los fines informativos, educativos y recreativos del servicio público de televisión y, por ende, el derecho a informar. Pero el Presidente expuesto ilimitadamente al servicio de televisión en cualquier momento y sin ninguna limitación, vulnera el derecho a decidir qué programa ver en la televisión abierta.

La jornada electoral por el SI comenzó muy temprano en Venezolana de Televisión con testimonios de personas que recibían grandes mercados con descuentos especiales en los Mercales, expendios oficiales de productos de primera necesidad, continuó a las 10 de la mañana con entrevistas a ciudadanos de camiseta roja ubicada en los puestos de votación, a dirigentes chavistas tomados en boca de urna al lado de paredes con propaganda por el SI, para expresar durante más de 10 minutos su “invitación” a votar, mientras que Telesur, TVAvila y canales comunitarios tenían programación idéntica, cada cual haciendo su juego electoral.

En internet Globovisión solamente podía salir con textos y fotos porque el servicio multimedia no operaba ni menos aún sacar “señal en vivo”.
La libertad de expresión y el derecho a informar y ser informado, en una escala masiva, dependen del soporte que les brinda el medio de comunicación.

La opinión pública, no es ajena a las ideas e intereses que se movilizan a través de la televisión. Por consiguiente el tamaño y la profundidad de la democracia, en cierta medida resultan afectados por la libertad de acceso y el pluralismo que caracterice la televisión, y ellas, sin lugar a dudas, pueden resentirse cuando el medio se convierte en canal propagandístico.

Hacia el medio día de elecciones, Chávez llegó a votar a una escuela popular en medio de una muchedumbre de seguidores, dialogó largos minutos con la encargada de la mesa de sufragio e intervino durante una hora con un discurso televisado nacionalmente para motivar su gente en su campaña por el SI. Se sustituye la idea clásica de una soberanía estatal sin límites, propia de los regímenes absolutistas, según la cual el príncipe o soberano no está atado por ninguna ley
En resumen se demostró que el Consejo Nacional Electoral venezolano SI le cumplió a la causa.